¡Ella que fue mi vida, ahora será mi muerte!...
....................................................................
¿Se acuerdan rosas cuando a solas
con ustedes conversaba…
y de mi gran amor yo les contaba,
jurándoles que ella también las amaba?
¡Cuando todo era alegría en mi vida
sueños, ilusiones, esperanzas…
cuando juntos mirábamos la luna,
y en ella, brillante su carita... nos alumbraba!
¡Qué besaba en vuestros pétalos
la suavidad de sus labios rojos…
y que en los capullos recién crecidos
recogía... la dulzura de sus besos!
Sí, yo la quería... y ella también me quería...
mi vida... era la suya...
y su vida era mi destino…
como se los contaba, cada día, cada noche…
Ahora vengo también... a hablarles de ella…
y vengo... a pedirles perdón
porque la promesa... no podré cumplir,
no más cara de luna ni miel en los labios.
No, es verano y no está lloviendo,
son mis lágrimas que mojan como aguacero,
marchitando sus pétalos y matando mi vida
porque la niña de ayer… ya mujer... me hizo enmudecer.
Mi desgracia es, tener vida aun para amarla
porque olvidarla no puedo, y no quiero
y si un día no les hablara de ella, de su amor infinito…
¡Clavadme vuestras espinas... para así recordarla!
Delalma
Jueves 24 de febrero de 2011