Iba caminando por un sendero oscuro
Lleno de dudas, buscando mi resignación
sin ver la hermosa luz que hay tras el muro
que ocultaba mi felicidad y nublaba mi razón.
Sin poder comprender el motivo de mi vida
Solo era un soldado dirigido por mis pasiones
Pero en medio de la batalla mi alma vencida
Pedía auxilio a gritos a más de mil corazones.
Pero nadie podía escuchar mi vos callada
Solo retumbaba en las paredes de mi cabeza
Culpaba al destino por ser conmigo un canalla
que no sabía como cumplirme mi promesa.
A diario jugaba a la ruleta rusa con las horas
Que se gastaban ahogadas en una copa de licor
esperando el futuro y desperdiciando los ahoras
recordando mientras me llenaba mas de rencor.
Y un día tocó a mi puerta un extraño hombre
aunque al observar su semblante me detuve,
Sin presentarse ante mi o decirme su nombre
me tendió su suave mano y el llanto no contuve.
Sus ropas eran humildes pero le sentaban bien
Y su mirada era más cálida que el sol radiante
Por fin tomé su mano y miré su rostro también
y retrocedí, jamás había vivido escena semejante.
Fue entonces cuando lo solté y mi puerta cerré
Pronto olvidé sin darle importancia al asunto,
Pensé que al lavar mis manos su huella borré,
pues sin tener razón me creía un hombre astuto.
Pero al encontrarme solo en mi habitación
Volví a pensar en el hombre que me dio su mano
y sentí un dolor que le dio un vuelco al corazón
pues sentí que el era mas que un simple humano.
Salí corriendo tratando de hallarlo en la calle
Preguntando si alguien sabía donde encontrarlo
Algunos se alejaban al ver mi apariencia detestable,
y otros no lo conocían, no sabía donde buscarlo.
Cansado, hambriento y sin tener ningún anhelo
regresé a mi hogar mientras el llanto resbalaba
quería ser una ave para emprender un largo vuelo
y encontrar al hombre que mi alma tanto necesitaba.
El tomó mi mano sin importar lo sucio que estaba
y me dedicó una mirada llena de un gran cariño
se acercó a mi sin importar que a alcohol apestaba
un momento en que me sentí feliz como un niño.
Si tan solo le hubiera podido preguntar quien era
si tan solo le hubiera podido preguntar donde vivía
si solo no hubiera soltado su suave mano sincera
si solo le hubiera dicho todo lo que mi alma sentía.
Yo no creía en Dios, pero me encontraba orando
Pidiéndole que llevara mis pasos a los caminos
de aquél hombre, me encontraba a gritos llorando
preguntando a Dios por que tanto sufrimos.
No comprendía como el amor de una cruel dama
me había hundido en el salado mar de la aflicción,
y como la mirada de ese hombre, sin decirme nada
había hecho volver a latir mi triste y roto corazón.
Muchos días después yo me encontraba ante
el director de una empresa ofreciéndome un cargo
un buen salario y un coche nuevo del año brillante,
me sentía feliz por haber pasado el trago amargo.
Pronto puede levantar una enorme institución
Que ayudaba a los tristes niños desamparados
Sacándolos de las drogas, las calles y la prostitución
y les daba esperanzas, amor y sueños renovados.
Pero me faltaba preguntarle a aquél hombre
Que era ya entonces mi más grande inspiración,
Cuál era su propósito y cual era su nombre
y porque tan pronto sanó las heridas de mi corazón.
Un día recorrí todos los parques, más de algún camino
Buscando la mirada que me devolvió de nuevo la luz
Cuando de pronto me encontré de frente con el destino
sin darme cuenta yacía muerto bajo las llantas de un bus.
Escuché el llanto ahogado de una niña hermosa
Acompañada por una mujer a la que decía madre,
Esa mujer pronto se convertiría en mi esposa
Y para aquella niña yo sería pronto su padre.
Entonces recorrí una vereda que me conducía
a una puerta brillante de oro que ante mi se abría
Detrás de ella había un hombre que yo conocía
era él!! yo sabía que pronto yo lo encontraría.
El corrió a mi encuentro, me tomó en sus brazos
me dijo: me llamo Jesús y vivo en el cielo y te amo
desde que me conociste caminaste en mis pasos
ahora que sabes quién soy sabrás que aún no te llamo.
Yo morí un día clavado en la cruz de madera
sacrifiqué mi vida para que aquí tu un día estuvieras
ni todo mi dolor, ni todo lo que yo padeciera
me limitó a amarte para que por mi sangre tu vivieras.
Ahora que me has conocido vivirás eternamente
y ocuparás un lugar en la casa de tu amado Salvador
pero nunca olvides y para siempre ten presente
que no debes caer en las garras de ese mundo tentador.
Como si hubiera dormido poco a poco abrí mis ojos
Yacía rodeado de médicos en la cama de algún sanatorio
Descubrí que mis deseos eran más que solo antojos
y que después de todo estaba feliz en aquél dormitorito.