Así como los astros que al alba resplandecen
Y vencen a las noches, brillando por sí mismos,
Así los que se pierden y que aman los abismos,
Anuncian solitarios los mundos que amanecen.
Aquellos que tormentas a sus alas les ofrecen,
Aquellos que se atreven a todos los sofismos,
Que ocultan cicatrices de infames ostracismos,
Que nunca se descubren, que oráculos parecen.
Para esos mas profundos que los sueños terribles,
Para esos con nobleza de linaje divino,
Serán crueles los daños, en busca de imposibles.
Aquellos que se cubren de espinas invisibles,
Y que no ahorran sangre cumpliendo su destino,
Eternas madrugadas alumbraran posibles.