Amiga te digo, quizás mañana pueda llamarte amor.
Pero me siento triste de saberte lejana,
sin embargo es la causa de que brote el dolor
pero no lloro, lo confieso, sé que es tan vana
la amargura constante que se ensaña al regreso
porque vuelve con furia acometer su encono…
¡pero el amor no sabe…! Si esta libre o ya preso
como también ignora cuando cambia de tono.
Por eso hoy te digo ¡amiga! Igual que ayer te dije
murmuraré tu nombre como un amor distante,
aunque sé que con esto mi penar contradije
si no me quieres nunca…déjame ser tu amante.
Quizás nuestro silencio se junte en la alborada
y, nadie nunca sepa de nuestro amor silente
seremos tan discretos como la madrugada…
y amigos nada más delante de la gente.