Escribir palabras en el vientre de la verdad
¿Camino a casa o sendero a la nada?
Suenan las entrañas, hacen eco en el vacío.
El paisaje no miente, engaña el punto de vista.
La chimenea y la nube, la carretera y los rieles,
la siembra y la cosecha, el sol y la lluvia.
El calor sobre el rostro, el rostro en la palabra.
¿Es la verdadera?
Me pregunto qué pasa,
acelera el tren y luego para,
y después continúa y todo cambia.
Cambia en el movimiento hacia la vida,
se entremezclan las perspectivas
cerca o lejos, claroscuro.
Las grúas, las montañas, la tierra,
las flores, los coches, el césped, el tren…
Todo cambia y vuelve a ser igual
tarde o temprano muere la vida
y renace otro campo, otra mirada, otra fotografía.
Queda la pregunta pendiente.
Aparecen cosas, árboles, antenas,
del otro lado nada.
Torres eléctricas y palabras “ventana de emergencia”.
Otoño y primavera, iglesias,
castillos y puentes, columpios.
Caballos y algunas vacas, camiones, veredas, nada.
Concepto abstracto la nada.
¿Refiere a lo mismo de siempre?
Grafitis, ladrillos, escaleras, aparcamientos y maderas.
Muchos edificios, mucha gente. Llegamos.