¡Te amo vida Mía!
Desde que la vio, sintió que
el alma se le escapo del cuerpo…
Tenía una sonrisa recién amanecida,
una silueta estilizada y una mirada florida,
sus manos eran como mariposas
que bellas y graciosas le dibujaban
corazones en las nueves.
Desde que la vio, se quedo prendido
a sus encantos y belleza…
Le escribía poesía en sus noches de desvelo,
que al amanecer para celebrar la vida quemaba,
cual si fuera incienso y poco a poco solo
quedaban sus versos calcinados.
Ella lo noto…
Y sintió como con sus ojos acariciaba sus pechos,
mientras se deslizaba con la mirada por su escote
y en ese delirium tremen deseaba que sus manos
se deslizaran por su falda…
Estando frente a frente…
Se les revelo que el amor es más que
un rito de deleite…
Que se precisa ir más allá del cuerpo y de la mente,
para que este trascienda al alma y al corazón.
Ella noto…
Como una mescla de miedo y excitación,
le provocaba ese temblor en las piernas
y cuando le hablaba su voz era como de
quien está teniendo un orgasmo…
El comprendió…
Que desde que la vio su espíritu se convirtió
aun sin pretenderlo en un Quijote,
que está más que dispuesto a perder el bigote,
por besas sus labios de cereza…
Pero ha llegado a tanto su torpeza,
que tropezando rompió la bola de cristal,
que le permitía visualizar cual seria
su próximo paso…
El sabia…
Que ella no era un paréntesis en su vida
más bien tres puntos suspensivos,
que le llenaban de dudas en una mescla
de emoción que se le resbalaba del corazón.
La vida les enseño…
Que el amor no se puede aplazar,
porque de ser así nadie sabe a dónde va a parar,
y las dudas lo confunden…
Ambos comprendieron…
Que no son las cualidades una garantía,
Por el amor implica riesgo y osadía,
que no basta con decir ¡Te amo vida mía!