Por momentos quiero hablar contigo
y por otros me olvido de ti,
en ese intento desenfrenado por alejarme de tu ausencia,
de ese vacío que no se llena.
Nunca obtengo una respuesta
no sé lo piensas ni deseas
porque vagas por mi vida
como si fueras dueña de ella.
Hoy el desafío ya no vale la pena
intentas compensarme con migajas y arena
que se escurren por mis dedos
y se la lleva el mar.
No me mires con lástima,
sabes todo de mi.
No seguiré esperando palabras ni gestos.
Hazme el favor y no regreses aquí.