Mantengo todavía aquel amanecer tierno, y aquella mañana fría, de aquel lejano invierno. Aquel día que se pierde cada vez más en mi recuerdo, te siento sin escucharte, te veo pero soy sordo. Mantengo todavía muy fresco tu aliento, te abrazo y te beso, me siento muy contento. Pero ahí termina también mi recuerdo, porque más no te siento, te veo pero soy sordo. Quisiera escucharte, diciendo de mí, cosas, que me parecen lindas, aunque sean tontas. Mantengo todavía aquella mañana triste, que amanecimos juntos, pero que tú te fuiste. Era tiempo de invierno, sin calor y sin hojas, cuando desapareciste cambiando las cosas, para bajarle el precio a mi preciosa vida, y para herir el corazón, que para ti palpita. Mantengo todavía, aquel día caliente, que estaba hecho de frío y de fuego ardiente. Aquel día que se pierde cada vez más mi recuerdo, que me hace mas ciego, y me hace más sordo. Lo vivo todavía, aquel amanecer tierno, en esa primavera que parece invierno. Te fuiste para regresarte como la primavera, pero ha pasado mucho, y yo sigo en la espera. Mantengo todavía una esperanza, poca, lo que veo y que siento, en tu presencia se enfoca. Te espero, y te espero, sin saber que hacer más, esperando, espero que quizás llegaras. LEOM KOLMNELA