Hogar, dulce hogar
Dios dame un hogar…
quiero un hogar entre las flores
para habitar,
sobre la hierba de los campos
dormir, soñar/
sin peso o carga que abrumen
mi corazón,
sin preocuparme por la vida
o por el amor,
ser luna, viento soplando,
ser un gorrión,
llenar mis ojos de estrellas…
lagrimas no.
Un lugar lleno de luz,
lleno de azul,
cerca del mar y del cielo,
cerca del sol,
donde pueda hablar contigo
en comunión.
Llévame luego
como al viento de mañana
calido y fresco,
con ese olor a pradera y a otoño tierno,
para regar de mi esencia
todo el sendero.
Perfume ser,
mecerme sobre las olas
del verde mar
y como sauce que aflora
bien cabecear,
sin saber lo que es el llanto,
sin perecer.
Quisiera cerrar mis ojos,
siempre soñar,
soñar que voy de tu mano
por ese hogar,
ese lugar donde vives
y en donde estas.
No quisiera abrir los ojos
ni despertar…
¡Para así nunca morir!
¡Ni vivir muriendo más!
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