(esperar 7 segundos de la música para leer el poema)
Se me quema cada gota de sangre consumida
en el ritmo de mis latidos cuando te recuerdo
sin olvidar que era solo una sombra mi vida
cuando aún no sabía que tu amor era mi puerto.
Para que voy a decirte más que te deseo perdido
si hay mucho de mis palabras que son la fuerza
suficiente para volar a tu laguna como Cupido
atravesando tu soledad con mi flecha que versa.
No intentes expropiar la angustia para tu alma
porque eso ya es pasado enterrado con cadenas
obligándome en misión, irrenunciable el arma,
a seguir contra lluvias por tu amor, mi condena.
De lo menos esperado, siguen saliendo bellezas,
que me iluminan cada sueño para verte despierto
ya que nunca tendré descanso por tu simpleza
haciéndome sentir el más valioso en este desierto.
Sos la mujer que engendró un canto de divinidad
ante la mayor ausencia de fe en este corazón
abriendo un camino entre nubes hacia la eternidad
viviendo el paraíso de entregarte toda mi creación.
Vito Angeli