Si pudiera contarte lo que sé de ti,
te diría que el aire que entra en mis pulmones es tu risa,
que la sangre que corre dentro de mi cuerpo son tus manos,
que la brisa que me toca la cara son tus besos
que el sol que ilumina mis días son tus poemas
que las estrellas que vigilan mis sueños son tus ojos…
Si pudiera decirte lo que pienso, te enterarías de tantas cosas,
como que anoche y todas las pasadas, he soñado contigo,
que por la mañana me despierta el sonido de tu nombre
que la oración antes de dormirme le pide a Dios que sigas aquí,
que el verbo repetido de todos mis años es quererte,
que los libros que leo terminan contándote…
Si pudieras saber lo que veo, mirarías lo que pasa dentro de mí
que la luz que entra en mis memorias es la historia de los dos,
que los charcos cuando llueve me revelan los momentos felices
que los pasos en estas calles me repiten tus te extraño,
que las heridas de mi cuerpo desaparecen cuando llegas
que la oscuridad es la luz incandescente de la espera por ti…
Si escucharas un momento lo que tengo que decirte,
verías hablar al silencio con un susurro en tu oído
dejaría que la noche te contara lo que me trae tu recuerdo,
le daría pequeñas frases de amor a la luna para que te las dijera
pediría a los grillos que te arrullaran por las noches
entonaría una canción todos los días a tu regreso…
Si pudiera tocarte, mirarte o escucharte, ¡si pudieras sentirme!
si a caso el tiempo permitiera que mis sueños fueran siempre tuyos y que los días sólo pasaran a tu lado, entonces
te diría lo que yo sé de ti.