No me preguntes por qué
si el remolino deshecha toda mi prisa,
Apenas me sostiene la sensación,
el extrañamiento contínuo,
y la absurda sinestecia del cambio,
No te detengas por mí,
la saga de lecturas compulsivas,
me dejó al acecho,casi rala.
No me toques las alas,
así puedo pensar un choque,
Sentir que entre las manos
se me escapan estrellas,
y las luces de puentes en mi tierra.
Así puedo huir, hacia el albergue
en donde redoblan campanas,
y se demoran todas las siestas!!!!!