Hoy es una tarde lluviosa,
desde mi ventana percibo el olor a tierra mojada,
estoy escribiendo recostada en una almohada,
donde puedo ver las gotas que se deslizan por las hojas de las plantas sollozadas.
Hoy es una tarde lluviosa,
y mi alma descansa en una nube,
una nube que cruza el cielo,
que camina lento sin importarle los minutos del tiempo.
Hoy es una tarde lluviosa,
Ese sentir de tristeza y melancolía,
se ha ido con el rayo y el trueno
junto a un grito de rabia y melancolía.
Hoy es una tarde lluviosa,
y aun así, el sol quiere salir a brillar,
un sol cálido y abrigador,
que me ha llenado el corazón con color.
Un color rojo, brilloso, lleno de vida,
que me invita a dejar lo que me ha llegado a dañar,
que me da la oportunidad de nacer,
tan rápido como el rayo que a veces, no se puede ver.
Hoy es una tarde lluviosa,
Y quiero tomar esa oportunidad,
Me quedo quieta y doy un gran suspiro.
Hoy es una tarde lluviosa,
quiero caminar debajo de ella y lavar mis heridas,
caminar tranquila bañada por esta dulce briza,
sin miedos, sin ira, tranquila y sin prisa.
Hoy es una tarde lluviosa,
y no me queda más que dar las Gracias
por este gran regalo que la Madre Naturaleza nos da.