Detrás de una puerta
Escondida en el misterio
Esperando a ser resuelta
La clave de lo eterno
Entre lágrimas etéreas
Que recorren la portada
En la lejanía espera
El final de esta velada
En la mano hay una copa
Llena del mejor de los licores
Bebemos tiempo, que desborda
Y hace olvidar nuestros temores
Viejo miedo a lo indefinido
Oculto en la oscuridad del bosque
De una mente temerosa al frio
Que le traerá la medianoche
Cuando el sol alza la cara
Y desvela a la mañana
La mentira resquebrajada
Otra arruga en la fachada
Y así, el futuro toma forma
Destruyendo las ilusiones
A aceptar la realidad, exhorta
De lo plasmado en las acciones
Ya se ha vuelto corto, el tiempo
Y el miedo se ha intensificado
Se hace el último intento
De rectificar todo lo actuado
Pero el alma como la arcilla
Al moldearse, se ha secado
Y el pasado, ya sin vida
Dentro de ella, está atrapado
La identidad se ha forjado
Y se va oxidando como el metal
Va desapareciendo, no cambiando
Y en el aire se ha de disipar
Muy tarde para correr al ayer
Donde no existía esencia
Cuando incipiente, era el saber
Y lo adornaba la inocencia.
Andrés Ruiz H.