No, no se trata de tu cuerpo
ni del mármol negro de tus ojos
rodeado por una isla de nácar.
No se trata de un simple deseo
ni de las olas de tus pestañas
que alzadas su perfume derraman.
La noche me mira con sus ojos de plata.
¿No ves que mi corazón se arruga?
¿No sabes que la tristeza lo desinfla?
No se trata de tu cuerpo
ni de las diminutas perlas negras de tu rostro
no se trata de la fina cortina de tus cabellos.
Por tus brazos galopan mis dedos
Anochece en mi compacto corazón
No se trata de tu cuerpo
aunque si se trata del lenguaje de tus besos.