Hay una luna tirana que alumbra este mar,
hay un huapango tan triste que quiero cantar,
voy inventando historias rumbo a la ciudad,
la voz, la guitarra, cigarro, y mezcal,
la voz, la guitarra, cigarro, y mezcal.
Cuando cortaron mis alas dejé de volar,
y en la carretera mis ojos supieron llorar.
Me doy cuenta que las despedidas no se me dan,
mi almohada está triste y ya no sueña mas,
mi almohada está triste y ya no sueña mas.
(Poema "Epitafio" de Alonso Villanueva hablado)
De sangre bravía y de alma llanera,
de manos pequeñas con cicatrices mugrientas,
evito el olvido.
De tenis gastados y de mirada inquieta,
de equipaje sin maletas y de viaje sin viáticos,
y sin el adiós con trompetas
que me hace nostálgico.
Ya está en la mesa la última cena,
y abuso de eso pa' dictar mi epitafio:
Disfrutó la vida sin miedo,
amó y fué amado,
siempre cantaba de José Alfredo,
y Javier Solís lo tenía llorando.
Hay una pena que siempre he querido guardar,
hay un sigilo en este doloso huapanguear,
hay una estrella en la que yo quisiera viajar,
pero me niega y se vuelve fugaz,
pero me niega y se vuelve fugaz.
Canción: HUAPANGO
Intérprete: LOS MALASUERTE
Autor: Luis Antonio García, Ramiro de los Reyes, Alonso Villanueva