ramiro de la espriella

EL LIMOSNERO

Es el rió que devuelve su cauce 
Para verte otra vez 
Es el mar que interrumpe su ola 
Para besar tus pies 
Es la montaña que desciende al valle 
Para admirar tu tez 
Es la flor que expone su belleza 
Para aromar tu sien 
Es la abeja que liba su miel 
Para endulzar tus besos 
Es el sol que se asoma en el horizonte, 
Tímido, Para entibiar tu piel 
Y yo como un triste transeúnte 
De las calles adoquinadas de tu pueblo 
Quisiera ser rió, mar, montaña, flor, abeja y sol 
Para estar cerca de ti en mí sed infinitas de amor 
Pero los intersticios ahondantes de deseos 
Absorto, me hacen trastabillar 
Y  mis poplíteos doblados en el cansancio del estrés
De rodillas en orante actitud de peregrino 
Solo en leve susurro alcanzo a implorar 
Una limosna para este triste poema 
Que de mi corazón lucha por emerger 
Y tú altiva como si no existiera 
Una moneda en mis manos dejas caer 
Y con desden de mi lado te alejas 
Contoneando tu dorso y sin saber 
Que un enamorado fenece a tus pies 
Mientras que esa limosna que ahora alimenta mi pecho 
Es el universo entero del rió. A la abeja. A la flor        
Y es mi senda cardenada por el sol 
Y una sonrisa de mis cansados labios 
Brota en silencio, Vaya usted con Dios

 

RAMIRO DE LA ESPRIELLA ARRIETA

COLOMBIANO