Debo calcar de reojo tu silueta
adivinar las caricias que faltaron;
complicidad enrededada y tierna
sobresaltada y discreta
paulatina y sorpresiva
y quiero reflejarme en tus iris
Y esta manera disimulada y no
que tengo de mostrarte la luna
en un gesto de forzada indiferencia
y esta culpa disuelta en mis deseos
tras dos segundos robados al destino
efímeros pero eternos en mis poros.
Tan solo dos segundos sin aliento
simples y complicados,
deliciosos e ilícitos
que ya me dabas con tus ojos;
Tan solo dos segundos…
y aún te tengo en mi boca.