Alzo la voz, cual sonoro trueno
fruto de la espada del relámpago
que desenvaino yo desde mi seno
escuchad bien, que yo no busco halagos
ni algarabías de aplausos como pago
la humanidad se resquebraja
con la dureza del egoísmo
que llena las infames tinajas
de los usureros que con cinismo
no hacen nada y hablan de humanismo
a consumir nos atan
a una felicidad pasajera
y con sonrisas nos atracan
dejándonos esquilmada la cartera
que es una absurda papelera
al lujo y sus influjos
embobada esta la gente
y por papeles de finos dibujos
devoran todo como dementes
insaciables y de piedad carentes
edifican sin mesura
idolatrando las apariencias
y con la fachada de la cordura
destruyen la vida vacíos de conciencia
educados por la codicia y sus ciencias
nos lían con sus tramas
derribando cabezas de turco
nos tratan como putas y pagamos la cama
y nuestros lideres son infames chulos
que con discursos refinados, nos dan por culo
quien esto bien lo analiza
despierta, abre los ojos y se levanta
y junto a otros con su fuerza atiza
el fuego de la revolución que espanta
la destructiva lujuria, que ya no se aguanta