Que la alegría del encuentro
Sea unción sobre nuestras sienes.
Y se contagie nuestro espíritu
Cansado ya de las batallas perdidas.
Que persista y resista nuestra fe
En el amor, y en lo bueno
De una vida a doble mano…
Y por si esto no te sea suficiente,
Y en el intento te rindas, simplemente;
Que no busquemos culpables
Para curarnos las llagas:
Tal vez el Cielo nos robe la luz,
Mas nos quedará la voz
en la noche callada…
(Socorro Maria Lopes)
Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ