alta ola de infortunio
sube tu potencia
ante minúsculos aldeanos
pescadores de humo
que playas recogen al rayar el día
no hay escape
cuando tierra y cielo
se encabritan
no hay
ventanas de blindex
ni puertas a doble o nada
si se desatan tormentas
con semejante ira santa
estamos a merced
de los elementos
como siempre
desde que fuéramos
telúricos viajantes
descendientes sin saberlo
de todos aquellos
que las primeras tempestades
sumergieran
entre hojas de historia
y noches de cuento