RICARDO ALVAREZ

DIOS y el DIABLO encendidos - de AZUL INTENSO

  ¡ OH encendida y amada ¡

Veo asomar tu pecho de subasta

sugiendo la lenidad del algodón resumido

El fruto labial hecho carne irrumpiendo al aire...

como gajo de manzana bíblica

Los laureles enarcando tus orbitas

asomadas al bacón de tus ojos enamorados, y

la policromía de tu cuero sedoso,

mas parecida a la piel Prusia

que reina en el cerro de las badanas pulidas.

 

¡ Ah, amor ¡

Cuando no estás te pienso y escribo.

Deletreo cada letra de tu anatomía

Y sé que cuando la lejanía se aproxime

Con el tiempo andando su paso apresurados por nuestras ansias inflamadas,

Dejaré la pluma descorchada y brindaremos burbujas en tu boca de tesoro y copa.

Celebrando por la noche clara la risa de los ojos en panorama

Depilando cada pétalo del alba y. deslizando tu carne nieve derretido

 

Pulpa entre los dedos

Magia en las pupilas

         Espacio casi imperceptible

   Donde se encorvan los ojos distraídos del caminante

      paseando una costanera de playa con verdes ecaliptus..

Brillo de relámpago en tus dos huecos simultáneos

 

Ven a mí,

antropológica medida perfecta

Trae los cinco elementos del TAO

Tierra- fuego- agua, metal y madera.

La tierra en tu frente de arcilla y

el metal en tus dedos robándole al Aire un suspiro.

 

De los labios mustios que has traído

retornas con el agua en los puertos  de tu boca.

El fuego encendido en tu pecho rebosante y

llevas la madera en tu paso  caminante,

   porque a tu oído de espuma le prometí en susurro:

Que tus pies llevando tu turgencia

regresarían sin la aridez en tus territorios.

Te irá con el fuego encendido de la madera,.

llevándo los cinco elementos en tu alma inflada de aire.

De la tierra lo femenino,

del Principio Unico la bondad y la justicia.

 

¡ OH amor encendida y amada ¡

Ahora sé porque Dios nunca blasfema, y

 Belcebú te eleva plegarias hasta la frente.