Tengo una mascota que juega conmigo
y cuando yo lanzo mis sueños lejos
ella sale, tan veloz como un tiro
trayéndome en la boca el manojo de sueños.
Si corro en busca de la esperanza
ella incansable corre detrás de mi,
si me detengo a descansar, ella descansa
y eso me hace muy feliz.
Cuando me abruman pensamientos
mi mascota se acuesta a mi lado,
parece que adivinara los tormentos
esos que mi mente, han cruzado.
Si ando lleno de alegría
mi mascota se percata,
ella con su dulce compañía
es casi la dueña de la casa.
Siento que la tristeza se acorta
cuando juego con mi perro
él se ha convertido en la mascota
que sabe compartir momentos tiernos.
Más que mascota es compañero
con el que cada día mas me entiendo,
es la mascota que yo prefiero
por eso no la alquilo, ni la vendo.