Duerme, duerme tus sueños,
no despiertes todavía,
pues debes vivir tu vida
sin pasado y sin recuerdos…
Duerme, duerme tus sueños
que yo cantaré canciones,
que te suenen a oraciones,
donde vivas tus momentos.
No temas nada, mi niña,
pues tu alma de mujer
tan sólo pretende ser
lo que le da el día a día…
Yo supliré tus desvelos
y te acunaré en mis brazos,
donde sientas mis abrazos
y disipes tus recelos.
Oye el canto de la luna
con melodía de estrellas.
Las he elegido yo a ellas,
todas ellas, una a una,
para formar la rondalla,
que te arrullará en tus sueños…
Son las notas que en mis versos
Cada día te acompañan.