Cada vez que te veo, suspiro observando tú belleza. Mi corazón se vuelve loco de emoción con sólo una mirada tuya. Cada vez que estoy junto a ti, quiero retroceder el tiempo, para amarte sin límites.
Pero a la vez digo, que si pudiera retroceder el tiempo, de igual manera que antes no podrías ser para mí, pues no hace falta conocerte bien, para saber tu amor por el dinero, por lo tanto seguirías siendo mi amor platónico.
Por eso sin que tú lo sepas y a la distancia, cuentas con mi amor, respeto y admiración. Prefiero seguir diciendo por el resto de mis días, que eres mi amor en silencio, mi amor platónico.
Autor: Edwin Yanes