EL OTRO YO
Que poco saben de mí….
He sido vil
con diplomacia,
mentí una vez
y otra y mil
e hice de la alegría
la desgracia,
volví al beato
impío y dejé al
jardín sin riego,
con mis dedos
deshoje el capullo
y manché de caricias
la hermosura,
sólo soledad
volví al viento
y dejé triste
la alegría…llena de pena.
Qué poco saben de mí….
Ésta no es mi sonrisa
ni nombre,
de madrugada huye
de mi la brisa
y muere más el
hombre,
he sido truhán
con mi propia piel
al punto de sacar
el corazón del pecho.
Qué poco saben de mí….
Así se quiebre ya este espejo
siempre llegarán a tus oídos
el lamento, la voz y los quejidos
el murmullo de este niño viejo.
Guivel