Alegres arroyos de juventud
que yo viva esperaba,
vienen bajando…
Bajando con la amarilla sangre
de los pétalos del olvido…
Hoy quiero.
Quiero transformar
en “bienvenidos” los “adioses”
y curada mi ceguera
enmelarme con unos ojos;
ojos de otra alma.
Quiero que mis labios,
de nuevo, beban
de la esencia de pétalos amarillos
que aguardan la hora.
Antonia Ceada Acevedo©