gabisha

Noche de pesadillas y monstruos dentro del ropero

A veces pareciera como si todo el mundo se moviera

y uno se quedara siempre en el mismo lugar. 

Veo como la vida pasa sobre mí, me deja marcas,

que no noto al momento, pero empiezan a doler después de un rato,

un rato que quizás fue eternidad. 


Duelen después, cuando ya no hay nadie a mi lado, cuando todos se van. 
Duelen cuando ya la herida se ha abierto, cuando es más difícil de sanar. 
Duelen cuando es tarde y el sol se oculta, cuando nadie puede oírme llorar. 
Duelen cuando pasa el tiempo y me doy cuenta que pude haber hecho algo más. 
Duelen cuando me doy cuenta que se pudieron evitar los errores. 
Duelen cuando creo que quizás lo que viene es más complicado de lo que parece. 
Duelen cada vez que las recuerdo y trato de convencerme de que todo saldrá bien. 
Duelen cuando siento las lágrimas correr por mi cara y me falta el aire. 
Y de pronto despierto, agitada, llorando y agradeciendo que todo haya sido un sueño… un sueño que parecía real…