Son truenos de medianoche
los que golpean los cielos
e incendian nubes mojadas
y también almas sin sueño.
Y a mí me gustan los ruidos
de esta tormenta que veo,
apoyado en mi ventana
-espectador sin asiento-
pues aportan alegría
en solitarios momentos.
Y los recuerdos afloran
y me acostumbro a tenerlos
pues con ellos vivo y sueño…
Son relámpagos de vida,
son relámpagos de fuego
los que me incendian el alma
y la convierten en leños,
en brasas de eterna luz
con el color de mis sueños.
Hoy has sacado billetes
en el tren de los deseos…
y por eso la tormenta
hoy lo celebra con fuegos.