Entre jaulas y cuevas de cemento
Pájaros, peces y animales de acero,
El agua arroya en un terrible aguacero
Toda la maldad reprimida en el mundo,
Intimidando hasta al más vil vagabundo.
Y el viento, malévolo y atrevido
Murmura los secretos de las calles
Revela los gritos celestiales
Y arrasa con todos los matorrales…
Después la calma, gobierna la tempestad,
Consuela al vagabundo,
Alegra al meditabundo
Y hace recordar lo bello y cruel que es el mundo…