Esa habitación se hace helada
Se transforma en un desierto
En donde el silencio es el dueño
Que me arrebata hasta el sueño
De pronto eres tú el encendedor
Que prende el calor de mi interior
Y despierta esa pasión dormida
Pues tus caricias son la brisa
Que avivan el fuego de este amor
Sintiendo que pasas por mi vida
Como un envolvente, fugaz ventarrón
Dejando en trizas a este corazón
En cada amarga despedida
Dejas una vez mas esa habitación
Sin luz, sin vida, sin el calor
Y a este atolondrado corazón
Con frió en soledad y dolor
Y nuevamente a esta pasion dormida
G.E.M.A.
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