SOLEDAD
En la vaga penumbra de mi alcoba
meditando en el silencio, yo te veo
y junto a mí, en mi lecho de caoba
no te siento y crece mi deseo.
Trémulo, voy hacia las sábanas
que añoran tu calor ausente,
y no estás ni en mi lecho ni en mis canas,
ni en mis noches, ni en mis horas, ni en mi mente.
En cada rincón fugaz, te escondes levemente,
absorto, en mi aflicción te busco
y tu sombra muda me acaricia suavemente,
y por abrazarte, te espanto con gesto brusco.
Y en las penumbras tenues del recuerdo
calladamente, tú te mueves...
mirándome absorta y con murmullos leves
me abrazas y en tu perfume me pierdo.
¡...vete ya, termina de abandonarme...!
no quiero ilusiones inciertas en la penumbra
sé que nunca más volverás a amarme
pero siempre serás el sol que a mí me alumbra.
Guivel