De nada ha servido que tu voz provoca
un ansia indomable de perturbado amor,
si guardas celosa en tu límpida boca
un beso excitante de brisa y furor.
De nada ha servido que tu cuerpo breve
se entregue en mis brazos con loca codicia;
si este amor es mío y soy quien se atreve
ha volver cordura lo que era avaricia.
De nada ha servido que mi amor inflame
que crezca esta llama que dentro me quema
¡de nada ha servido que en silencio te ame…
De nada ha servido porque se desflema!
De nada…pero. De nada ha servido
¿no sé lo que pienses ni cómo juzgarte?
Aunque nada pides: Imploras olvido.
Y aunque lo pidieras
volvería amarte.