Enjuiciar quisiera al tiempo pasado,
Por ser parte del sentimiento de tristeza que me embarga
Por un amor, que no supo cosechar rosas.
En el cual mi alma se entregaba,
Con la confianza en el puesta
Siendo una encrucijada
Que el destino me había deparado
Oculto en sus labios, y sus suaves caricias
Delicias plenas para mis sentidos
Sin saber que eran finjidos
Encumbro su nombre, por haber logrado
Enloquecer mi vida,
Con el azucarado placer de su sonrisa
Atenuando las heridas, que con su desdén iba creando
Sin impórtale el daño que hacía.
Fue tanta mi locura, que mis ideas confundía
Con solo el sonido que su boca emitía
Melodía que envolvía, cualquier resistencia
Enmudeciendo mis palabras
Que solo acertaban a decir te quiero
Apoderándose poco a poco del corazón que llego amarla
Apropiándose, sin reservas del alma
Nublando mí vista con su encanto
Encanto que cautiva, y vuelve loco a quien la mira
De fantasía parecían mis días
De ilusión vivía, enredado en el candor de sus besos
Que ni por enterado, me daba que su mundo era ajeno
Que su mirar, no era para mis ojos
Ni para mí sus labios
Hoy borrar quisiera aquel dulce sabor
Y sepultar en el pasado, aquella imagen, que aun a mí llega
Y la hace entrañable
Aunque por dentro duela
Porque fue una entrega limpia y abierta
Donando para ella todos mis sentimientos
Sin condiciones, y a corazón abierto