(esperar 12 segundos de la música para leer el poema)
Son restos de lo que fue un diario
que lo escribíamos por momentos
las veces en que los comentarios
hablaban de amor como un cuento.
Verbos, sustantivos, gritos, suspiros:
toda clase de ritmos por tu boca
se latían en concierto por sonidos
que me despertaban en pasión loca.
Luego los paréntesis que anidaban
el descanso de oratoria sin medida
hacían de refugio porque auguraba
para otra delicia la fuerza renacida.
Un punto se hacía imposible evitar
teniendo al silencio primo del placer
disfrazando con un celestial brillar
el gesto que tu garganta dejaba nacer.
Nunca se hizo esto simple monólogo
porque eran dos voces en mismo tono
de armonía que amaron sin prólogo
hasta conseguir una pasión al unísono.
Vito Angeli