Por ese ser que vine a la existencia
que me ilumina en cada sensación
alimentando de voces en preferencia
con alegría y paz para este corazón.
Inmortal del sueño que nunca fenece.
Insustituible en la dicha de su afecto.
Inquebrantable en la fuerza que posee.
Imposible no amarla aún al ser muerto.
Como un ser de luz que brilla siempre
irradia su ternura en bondad sin límite
armonizando belleza en todo lo inerte
dibujando su estela para que se imite.
Pequeña su altura pero enorme de calor,
voz de infante con caramelo adorado,
sangre en mis venas llevando su honor,
manojo de los besos por su boca dados.
Cada segundo reverdece el día común
con tus pasos sonando tenues al caminar
invitándome a que te siga sin ningún
miedo porque sos seguridad de llevar.
Del sol pediste unos rayos para amarme
De la luna tomaste su luz para tu caricia.
Del viento su frescura me das en aliento.
De la naturaleza tu amor es mi codicia.
Una sola mujer que hace y es todo esto.
Un ser indescriptible en su eternidad.
Una criatura divina bendice mi reino;
solo ella me dió la vida con felicidad.
Vito Angeli