REFLEXIÓN
No voy a ofrecer un poema, ni voy a contar un cuento.
Voy a preguntar ¿por qué a los hombres nos cuesta tanto coincidir?,
No hablo de opiniones sanas, porque en la diversidad está lo interesante,
Tampoco lo hago, atrapada por un sentimiento de melancolía, culpa o dolor,
Sencillamente, en esta tarde de sábado tranquila, con un cielo plomizo,
se me ocurre pensar que muchas actitudes no debieran existir:
EL ADULTERIO por ejemplo
Certera daga, que hiere profundo, rompiendo tejidos por donde
escapa la sangre, que empuja la deslealtad del engaño, dejando cicatrices que
no se borran jamás.
¡Si escucháramos a nuestro corazón! conoceríamos a tiempo
los sentimientos que anida y cuando las palabras los exteriorizan
probablemente nos comprenderían. Porque el amor no tiene certificado de garantía.
¿Por qué caer en el engaño, que denigra el espíritu, rebaja la calidad de persona,
envilece y traiciona, consecuencia abstracta de nuestra consciencia.
Si COINCIDIÉRAMOS pensando siempre en la felicidad del otro, las malas acciones
ni nos salpicarían. La bruma de la villanía no enturbiaría nuestra vida, porque tendríamos
un sol para cada uno….
Esta no es una clase de moral…es mi humilde opiniòn
Teresa Ternavasio
6/03/2011