Quizás no es un olvido, no es un desamor,
ábreme tus brazos sin decirme adiós
ábreme la puerta déjame partir
porque tu bien sabes
que voy a morir…
Fue en aquél sillón donde estuvimos;
tus besos me diste y caricias yo,
arráncame la vida (ya no tengo más)
porque el corazón te entregue esa noche
es que aún palpita -no me lo regreses-
arráncame la vida
que no tengo más.
Ábreme la puerta déjame partir
sólo te he dejado en aquel sillón
los besos que diste
mis caricias no…
arráncame la vida
si tienes valor,