Tu que me cuidas.
Tu que me guías.
Tu que me diste el don de la poesía.
Tu que te esfuerzas porque me esfuerce.
Tu que te humillas por protegerme.
Tu; mujer, que eres tan grande,
tan inmensamente grande, eres mi madre;
y como madre eres tan mía como la misma vida mía.
Oh! Si no viera tu sonrisa adornándome la vida
Serian inalcanzable las utopías.
Pero sintiéndote, mi urania;
Las utopías solo son metas ya cumplidas.
Oh! Madre, sino palpara tu amor en la ternura de su voz
No tendría su objetiva razón mi corazón.
Y es que tu te separaste de mi DIOS para vivir en mi corazón.
Madre! Anhelo sentir todo tu amor.
Madre mía que eres tan mía como la misma vida mía.
Te doy las gracias por dejarme imaginarte
En el rostro de mi madre…