La palmera alta y esbelta
no sabe que estoy sufriendo
sólo lo sabe la tierra seca,
mis lágrimas la están nutriendo.
El sol ignora si he tenido sufrimiento
aunque destella intenso en el día,
solo la brisa que empluja el viento
pudo escuchar cuando gemía.
La misma musa inspirativa
ignoraba mi tormento,
porque al escribir mis rimas
rebosaba el verso de contento,
mis amigos ignoran cuanto sufro
porque ven mi entusiasmo y alegría,
hay almas que se visten de luto
y siguen alegres por la vía.
El eco a pesar que todo repetía
no pudo percatarse de mi dolor,
sólo el silencio lo sabía
y por ser tímido lo calló.
Pocos saben lo que llevo dentro
porque yo poco exteriorizo,
yo dejo todo en el momento
y él se va en el tiempo preciso.
No me gusta ser bandera
ni mucho menos epicentro,
si el alma se cobija con la pena
no quiero delatarla con mis versos.
La luna , el silencio y la tierra seca
son de los pocos que lo saben,
y para no hacer más grande la tristeza
es menester que se lo callen.