oscar campos

Desayuno a destiempo

 

I

El tiene la mirada del tiempo,

Ella la flor suelta de la mañana.

La distancia de los años en la piel,

El dialogo tiene la frescura del agua.

La intensidad de la sangre en el cuerpo,

El encuentro del  día tiene las palabras,

mas tiernas,  relación abierta, en cada paso,

Ella se sostiene en sus manos…

El coloca una aureola de vivencias,

Ella bebe cada sorbo de una entrega.

El, sus palabras contenidas  del alma,

Ambos tienen el  encuentro del tiempo,

vida distintas…vidas amarradas…amor.

 

Entre piedras, hierbas  secas, hojas del otoño,

después de más tarde, pasión de cada día,

confusión de estaciones, aroma de aromos,

después del amanecer, qué importa el tiempo.

 

Baile de mascaras en las vivencias diarias,

El tiempo parece tener las aguas de pasiones,

los  sabores aprendidos en cada estación,

senderos abiertos ,huellas en la montaña,

dialogo y silencios de un desayuno furtivo,

ambos emprenden un vuelo ,el viento gira.

Amor desde el fondo, habitación única,

Ella su sonrisa fresca, el su pelo blanco…

 

Nadie sabe como empezó,

Ni ellos como terminara.

Simplemente  viven toda la claridad,

 los caprichos sutiles de la naturaleza,

 pasean por la ciudad entre puentes y calles,

recogen gestos  de vida  y  de amor

buscan flores escondidas,

esconden  nidos descubiertos,

Cada uno dormirá esperando los días,

con el ama más abierta, entrega más libre,

por el tiempo prestado en la tierra.