DESVELO
Los cansados músculos buscaron forma
La mente deshoja, de las horas los minutos y dialoga…
Los fantasmas no faltaron a la cita
Trayendo consigo un manojo de cuitas
La noche cubrió todo con su sábana de ébano
Las flores mustias, ofrecieron su aire carente de aromas
Un hilo de luz, colándose debajo de la puerta
Y el silencio aportando sus sonidos macabros
De un cielo de vigas donde no hay estrellas
Pende la soledad, mirándolo todo con ojos de asombro
Pájaros que huyen despavoridos, no es éste su sitio
Y Dios tan lejos, sin entender la oración de las lágrimas
La mente deshoja, de las horas los minutos y reclama…
¿Dónde rezagó el dolor, el olvido de las ausencias,
Dejando recuerdos que ahuyentan el sueño?
¿Por qué el implacable martirio de este desvelo?
Teresa Ternavasio
6/03/2011