La vida es una cacofonía de colores
con los que se matiza el latido,
visten la sonrisa, enfrían la caricia,
en las estaciones del aplauso y la derrota,
el polo negativo que presta su existencia
como el balance de mi diestra y mi siniestra,
es la musical armonía del perfume
que acaricia con palabras la poesía.