Cuando cada centimetro los besos
han recorrido urgentes, codiciosos,
hambrientos de suspiros y ardorosos
de tu cuerpo reconditos accesos,
cuando sientas que los dedos traviesos
tocan tibios paisajes pudorosos
esplorando resortes generosos
que te llevan a cielos inconfesos,
cuando veas que la pasión desborda
los diques que te impone la prudencia
y sientas torbellinos espirales
verás que tanto amor es la cadencia
que te asalta, voraz como una horda
y conquista momentos celestiales.