M adre,
U tero,
J ardín
E nergía
R osa
Mujer,
nacistes de mis entrañas,
tu piel dibujada en la mía
tatuaje de estrellas risueñas.
Mujer,
¡amárrate! a mi con toda la fuerza
de nuestros corazones entrelazados,
bebamos el néctar divino
que nos embriague hasta perder el sentido.
¡Ven!
nacimos de la misma cepa
subimos como zarcillos
enredados uno en el otro.
Mujer,
vestiré tu alma desnuda
con mis manos de seda,
déjame mimarte
y llevarte al la cima del placer.
¡Ven!
tengo una rosa para ti,
entre sus pétalos late tu corazón
de terciopelo rojo.
Merche DemBar
4/3/11