GITANA DULCE

HOMENAJE EN EL DIA DE LA MUJER

Doña Juana es pájaro y pradera.

Carga sus ochenta rosas penitentes.

Levemente.

Cual si fueran pétalos de seda.

De cristal. De vuelo de palomas.

Ha evadido el valle de las amarguras.

Y ama, apasionadamente.

Esta arena, esta tierra arcillosa que es su boca.

No le teme a la pobreza.

Es solo  un monstruo ponzoñoso, dormido.

La ha escuchado llegar como el retumbe de mil potros salvajes.

Y le ha abierto la puerta, de par, en par.

La puerta de entrada y la puerta de salida.

-Solo es cuestión de tiempo-

Conoce la pobreza, como el río natal.

La ha visto trepar sobre la roca niña.

En los jazmines, en los sauces, en los palos santos.

En las madre - selvas varicosas.

En su luz. En las alas del sol.

En los techos espejados de escarcha.

En el agua oculta bajo la hiedra seca.

En su sed y  en sus vides.

En su hambre y su saliva amarga.

En dulcísima pulpa de duraznos tempranos.

En sus benditas manos rocallosas.

En su oficio de ayeres.

En su canto de salvaje alegría.

En su canto... y su perenne eco.

Un eco, y otro eco, y miles ecos más.

 

E DE FRIGIA