Viejo árbol, ¡reverdece!
viejo árbol, no te duermas
que el frío se apaga ya…
la floración ya está cerca…
Tus brazos, desnudos de hojas,
vestirá la primavera,
que se ha parado en tu savia
y te ha llenado de yemas,
donde tejas tus vestidos
como paraguas de estrellas.
Y sigue… sigue creciendo
y ensanchando tus caderas,
donde apoyes bien tus brazos
para pintar acuarelas
en el bosque de mis sueños,
sombras…
luces…
primavera.