Cuando uno con todo su ser algo desea
quiere que aparezca aquello ya realizado,
pero, ver el germinar de esta semilla
hasta convertirse en flor estoy esperando.
Tu persona entera me hipnotiza,
es tu dulcura la que me ha conquistado,
el sólo verte me dibuja una sonrisa,
la que a pesar de las diferencias no se ha borrado.
Son tus ojos los dos bellos luceros
que iluminan mis noches como estrellas,
protegiéndome de la obscuridad en mis sueños
ocasionada por mis tristezas y a veces, penas ajenas.
Nunca he pedido nada al Poderoso,
ni a los mios por creer nada merecer,
mas, sólo quiero que me conceda un deseo:
verte a mi lado cada amanecer.
Quiero ser la dueña de tu vida,
como tu lo eres ya de mi corazón,
quiero ser algo más que tu amiga;
quiero que me ames con pasión.
Hoy, tu amistad me has dado,
gracias por darme esta semilla,
esperaré a que germine, la estaré cultivando
hasta que se convierta en la flor que adornará nuestras vidas.