Puedo ignorar al fuerte
Que me califica de débil,
Porque antes de ser fuerte
Fue débil.
Puedo ignorar al materialista
Porque el ignora a la muerte.
Puedo ignorar al pacifista
Porque aprendió
De las guerras y las balas.
Puedo ignorar al generoso
Que da de lo que le sobra
No de lo que tiene.
Puedo ignorar al amable
Que esconde el dolor
Con calmantes de quita y pon.
Puedo ignorar al desinteresado
Que algún beneficio
Adquiere para el cofre
De eso que llaman formalidad.
Puedo ignorar al realista
Que anda mendigando sueños
Para su desnutrida desesperanza.
Puedo ignorar al humanista
Porque es fuerte
Y antes fue débil
Y, a veces, el débil también es inhumano.
Puedo ignorar al orgulloso
Porque se protege del miedo organizadamente.
Puedo ignorar caminos…
Puedo ignorar destinos…
Más no puedo ignorar a la VERDAD.
Antonia Ceada Acevedo©