alexei

LA AURA

La noche empieza a habitar en la mente

el cielo obscurece, las estrellas brotan

la luna sale por el horizonte lejano

como lejana estas en este momento

caminado por las negras calles, vagando

solo con mi mente en blanco, añorando

el momento en que te tengo a mi lado,

pregonando a las cuatro auras, el momento

de tenerte de nuevo a mi costado, tu porte,

la suave brisa embala nuestras almas, proyectadas,

a  raíz de los fulgores derivados de la diana celeste,

guiando a un encuentro sutil de las hambres

de sentir las películas que envuelven a nuestros seres,

mientras nuestras manos se dejan llevar por la melodía

que rítmicamente producen nuestros corazones,

dócilmente por las túnicas, apreciando la contextura

de los altozanos, de las pampas, de los cañones,

mientras nuestros labios, examinan las sazones

de nuestros néctares, mientras se  destemplanza

nuestros cuerpos al sentir las roncerías de los dedos

mientras tu boca  afanosa y golosa busca

mi cofrade, para mimarlo delicadamente,

mientras mi  apéndice busca tu íntima oquedad,

para juntos llegar al unisonó, al más delicioso espasmo.